Después
de consultar minuciosamente lo que hay escrito
sobre esta simbólica obra de Rodrigo Arenas Betancourt, esto es lo más
coherente que existe. Consultando además con los distintos pobladores de Ciénaga,
se escuchan muchos conceptos, siendo el que a continuación escribo el que más
corresponde a la realidad histórica.
Muchos
afirman que la estatua del negro en el centro de la plazoleta de los mártires,
en Ciénaga, Magdalena, ha levantado durante años controversias porque
representa, a uno de los obreros de Haití, de donde se le pidió al escultor
Rodrigo Arenas Betancourt que la hiciera,
pero por cuestiones económicas no tenían como cancelarla. No así con el
prototipo del trabajador nuestro. Los historiadores coinciden además, en que la
población negra era entonces minoritaria. Y algunos han mirado con escepticismo la casi desnudez
de la figura, que no tiene relación con el ropaje característico de los
trabajadores bananeros de los años veinte.
La
realidad puede resultar algo compleja. La escultura, comisionada al escultor
Rodrigo Arenas Betancourt, es en realidad un trabajo que en principio iba a ser
instalado en Haití, como lo mencioné arriba, para recordar a los esclavos de la
colonia. Pero la talla nunca salió de la bodega debido a discrepancias en la
isla sobre los rasgos de la figura y la carencia de dinero para pagarla. El
artista había utilizado como modelo a un joven chocoano de la Universidad de
Antioquia.
A
finales de los años setenta (1.978) llegó una delegación de representantes
sindicales cienagueros a Medellín y hablaron con el escultor, interesados en
encargar un monumento para conmemorar medio siglo de los hechos.
El
presupuesto de los pobladores del Magdalena era ajustado. Arenas Betancourt,
que era un tipo de ideas de izquierda,
decidió colaborar con la causa y a cambio el pueblo cienaguero tuvo que
recolectar muchísimas llaves para compensar el volumen en metal que el artista
había gastado en la obra que iba para Haití, de esta manera recuperaba material
de trabajo para una nueva obra suya, y la talla de ese negro en posición de
grito de lucha que estaba almacenado en su taller con los brazos abiertos ,
como rompiendo una cadena, fue complementada, por sugerencia de los
negociadores, con la añadidura de un
machete o “chambelona” en su mano derecha, el cual es muy desproporcionado en
pequeñez, respecto a la gigante mole. Aun así el problema fue resuelto.
El
Prometeo de la Libertad, como fue bautizado, fue empotrado sobre rieles donados
por los sindicatos de trabajadores del magdalena, inaugurado en 1978 en el
mismo punto donde se encontraba la antigua estación del ferrocarril.
De
hecho no se parece en nada a la fisionomía característica del tipo de obrero,
de nuestros campesinos que trabajaban en las diferentes fincas bananeras de la
United Fruit Company. Como tampoco su escasa vestimenta, porque acá en nuestra
cultura magdalenense nunca usamos el guayuco, los trabajadores empleaban unas
franelas mangas largas, llamadas “amansa loco”, unos pantalones recogidos en su
base y un sombrero para el ardiente sol.
Atte:
VICTOR HUGO
VIDAL BARRIOS
Odontólogo
esteticista, Escritor, pintor y poeta.
Instagram:
victorhugovidalb
Bibliografía:
Banana
Republic of Ciénaga
Ochenta años sin olvido
de la United Fruit Company y la huelga y masacre de 1928
Olmo Uscátegui Ramírez
Trabajo de gradopara
optar por el título deAntropólogo
Dirigido por Julio Arias
Vanegas
Pontificia Universidad
Javeriana
Facultad de Ciencias
Sociales
Departamento de
Antropología
Bogotá, febrero de 20122
Ver: Página 23
“Por último, el tercer aspecto tiene que
ver con una historia sobre el destino original del monumento, la cual menciona
que el maestro Rodrigo Arenas Betancourt realizó la obra para conmemorar el
aniversario de la revolución haitiana, pero la estatua nunca salió hacia este
país del Caribe y en la coyuntura de los cincuenta años de la masacre el
artista la donó a Ciénaga. Sobre este aspecto, el debate alrededor se compone
por un lado de críticas a que éste no fue realizado pensando en las bananeras y
por ello, se asume, que tampoco es representativo de la población del
municipio.”